13 de noviembre de 2011

El camino de mi viaje.

He buscado la belleza, 
y la he encontrado en el fondo de la simplicidad. 

El piano suena con nuevos bríos,
las luces me dan nuevas esperanzas.
Me he encontrado al fin con mi camino,
donde debí abandonarme.

Jamás dejé mi sentido,
sólo me entregué a falsas luces.
Todo estaba en el axioma de la simplicidad,
el pasado contiene la propia verdad
y el futuro.

El futuro es sólo una fe errata del presente,
todo vuelve a su camino.
Brilla el sol con nuevas oportunidades,
lluvia de luces.

Volví a recordarme,
el horizonte es amplio.
Jamás abandoné mi norte...
Sólo estoy en una estación de mi vida.

Poema cuántico XXII. Despedida sinfónica


Aparente tranquilidad humana.

En la oscuridad te escribo
cada palabra que es nostalgia
como al recibir notas de trenes
tristes de viajes infinitos.

El cielo resplandece en el horizonte,
cristales llenos de magia.
Hoy siento las ráfagas del tu corazón,
respiro como un abandono.

La sinfonía está más melancólica,
lloran los violines entre las notas del piano;
no quiero que tu imagen
se vuelva vacío.

Te reescribo en mis cuadernos,
millones de pasajes recorren mi memoria,
me despido
ha llegado mi hora
nos veremos, ha sido un honor.

12 de noviembre de 2011

Arqueotipo XI: Pasajes de un sueño


Lento recuerdos despiertan,
millones de luces bañan tu mirada.
Las despedidas con el epílogo
de las historias sin fin.

Las sombras se diluyen en la oscuridad,
aparece la nostalgia como un ancla
a la realidad desierta de imágenes.

Adiós, es la apertura de nuevos capítulos
un nuevo futuro abierto.
La esperanza de revivir,
las imágenes en sepia.

El concierto termina,
el honor es mío.
El teatro debe terminar.