14 de junio de 2020

Poema cuántico XLI - Declaración de rendición

Los atardeceres comienzan a atener tonos de fuego,
el hielo se consume en este corazón perdido
entre recuerdos y sueños frustrados.

Ya no hay más amor, 
no quedan sinfonías ni alegrías. 
Un tenue barroco resuena en el piano, 
el amor es simple y complejo a la vez. 

Nadie entiende este simulacro, 
entre abismos y nieblas oscuras. 
La única búsqueda sobrevive con retazos se luces, 
con cápsulas de nostalgias. 

Sin un camino,
Sin fe, 
No creeré ni veré 
algún futuro en este momento 
congelado. 
Esperando por un tren, 
el que nunca llegará.