25 de diciembre de 2009

Pasajes recortados



Te escribo como siempre
en el tren de las seis,
dejando atrás las siluetas de tu voz.

Y millones de nombres recorren la piel
se mezclan en vapores de vinos añejos,
el abandono roba los versos,
el dolor purifica tus lágrimas...

Oscuridad en medio de la noche,
millones de caras te ven
cínica, clonada, impoluta y sacra;
no hay más besos.

Las sombras huyen del sol,
atardece en mi tren
sin destino aparente
o ciclo celular prescrito.

Pruebas estadísticas dan su veredicto:
el olvido, amado remedio para recordarte,
en el humo que se vuelve tu silueta;
cuando frena el tren,
tras la ventana te veo
como siempre en los versos
y con París de fondo del cuadro
la memoria de la locura.
tiene una estación del viaje.

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