Aparente tranquilidad humana.
En la oscuridad te escribo

como al recibir notas de trenes
tristes de viajes infinitos.
El cielo resplandece en el horizonte,
cristales llenos de magia.
Hoy siento las ráfagas del tu corazón,
respiro como un abandono.
La sinfonía está más melancólica,
lloran los violines entre las notas del piano;
no quiero que tu imagen
se vuelva vacío.
Te reescribo en mis cuadernos,
millones de pasajes recorren mi memoria,
me despido
ha llegado mi hora
nos veremos, ha sido un honor.
1 comentario:
Guau! hermoso, te felicito, intenta compartirlo en las comunidades de poesía y literatura de google+ estoy segura que mucha más gente podrá apreciar tu increíble talento para transmitir una emoción, qué bello escribes, un abrazo =)
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