14 de febrero de 2011

XI Poema cuántico - Relatividad temporal


 Dedicado a cada maquinista de trenes que llevamos dentro.

Las horas del reloj avanzan,
millones de neutrinos bailan
alrededor de la llama del tiempo.

Este poema se autodestruirá
en menos de tres versos alejandrinos,
meta-poema que quiere analizar-se
desde la óptica de espejos divergentes.

El tiempo corre
aparecen nuevos paisajes
que ni él mismo conoce,
la noche aparece tan larga
como un bostezo del sol.

Nadie lo entiende,
las guitarras tañan
ritmo de minutero
(Queda 1 minuto más).

1, 2, 3
no hay una razón para esto;
la eternidad se define en esquemas oscuros,
los papeles se invierte,
llega tu momento
(5 segundos).

Fin (Aunque no lo creas).

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